La escencia del papá se quedó impregnada en el tocadiscos... no había que encenderlo, se le podía escuchar llorar de nuevo. Podía volver a oirlo respirar agitado con ganas de un cigarro.
Ándate papá, deja tus recuerdos y ya, vete para siempre. Duele tanto oir tu descanzo sin verte. Aún escucho tu frase mañanera, "lindo día para los que aún siguen viviendo".
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